miércoles, 28 de junio de 2017

I - Pensamiento.

   Con el pasar de los años, dicen, uno cambia. Podria decirse que a lo que se refiere con esto es al abandono o adopcion de alguna postura, tal vez una no imaginada por tal sujeto; en cambio, tambien se podria hablar de que los cambios pueden manifestarse como una suerte de evolucion de estilo ludopata: retener recursos, observar con atencion, aprovechar oportunidades. apostar, jugar, regocijo infinito seguido de la buena y noble depresion que nos susurra al lado nuestro "todavia no entendes porque haces lo que haces". Se juzga muy duramente (¿acaso ellos entienden el por que de su accion?) en el momento que nos encontramos con esas individualidades piramidales, eternos monolitos del "yo me se", con la posibilidad de que la variedad como riqueza aporta mas sea falaz.
   Ponerse como ejemplo en ciertas circunstancias puede ser un elemento muy poco valido, sin embargo, me parece que no puede demostrar falta en ningun sentido, ya que, si lo vemos como se esmeran las gentes en decirnos que si algo vale rescatar es lo bueno, no se puede considerar, bajo sus estandares que una cantidad minima de sinceridad, ademas del ponerse a prueba, incluso en mi caso, muy gustosamente, sea obligatoriamente un acto de pedanteria comun.
   Veo que con la acumulacion de vivencias hay una manera de ver lo que rodea a uno, y la forma en la que dejamos que dichas cosas que (creemos) se entreveran por dentro de mi, esta sujeta un poco a la primera regla. Dicho sea de paso, tambien me veo como un conservador en muchos otros aspectos en los cuales la segunda regla se me aplica en cierta medida. Ambas formas coexisten como un ciclon con respecto al agua, esto es, apropiacion, o retroalimentacion entre las fuentes. A estas alturas, no veo como una pueda independizarse de la otra; mi gusto por la musica responde en cierta forma a un esquema de ese tipo.
   Pero yendo un poco mas lejos, noto como en la misma medida que, de un modo bastante particular, sigo siendo una persona enamoradiza, la medida de la intolerancia y el fastidio fueron en aumento y a la par, de modo evidente. A la hora de lidiar con situaciones como mi paso inutil por Derecho, observe este detalle; respecto a las amistades sucede algo similar aunque no tan drastico, considero que puedo ser un buen amigo en la medida en que me necesiten, de otro modo, posiblemente no este presente al dar por sentado una satisfaccion nula de la cual no me siento parte (y seguramente no quiera serlo) por dedicarme a lo que yo quisiera ver como inclinaciones preferenciales propias. Claro ejemplo de esto es ir a ciertos lugares solo sin la incomodidad que puede esperarse que provoque hoy el hecho de no tener con quien compartirlos experiencialmente, o de que me niegue a hacerlo por tener el habito ritualizado de ese modo.
   Con las personas en general no soy tan rancio, pero cualquier motivo es un recordatorio de que me siento comodo siendolo... en especial ante situaciones que considere absurdas. Por momentos pretendo atraer mujeres bien dotadas de carisma, cinicas y frontales, muy artistas o metodicas (una podria implicar a la otra, salvo que veo en lo artistico una formacion y ejecucion de los metodos mas propios con resultados a su vez del mismo modo, que seguidos por facilidad en lo referente a la produccion de fines y metas cumplidas). No estoy muy seguro si alguna vez me intereso el tipo de cuerpo que tengan, mas si como lo saben llevar y demostrar. Una vez que siento que hay cierta concordancia entre a quien busco, y quien pienso que lo pretende conmigo, genero cariño, el cual espanta por el hecho de ser una señora escritora con miedo a la intimidad, o una mujer de mundo a quien se le olvido de la instrumentalizacion y la falta de sinceridad en la comunicacion de sus pretensiones. En esos casos, luego del flipe por haber generado una incomodidad, prosigue la necesidad de entender que sucedio dentro de ellas, ¿pero no es absurdo esperar peras del olmo?. Es en ese momento en el que recuerdo que quien no considero audaz de asumirse no tiene valor y como vienen, ahi se quedan, cual minuto de silencio para con un muerto.
   Luego hay casos en los que el fastidio viene en formas mas punzantes: ese es el caso de la niñera. Si bien entendi que su motivo fue basicamente el mismo que el de las dos anteriores, la ranciedad expresada como sadismo emotivo tras haberme visto en la idea de que se me exigia algo que concretamente se habia preestablecido por su propia inseguridad para su seguridad, no tenia aplicacion en quien funda la necesidad. Denota inconsistencia, incluso no muy luego y ampliamente despues, arrepentimiento. ¿Se logra entender el verdadero motivo?. Modus operandi: guerra relampago.
   El ultimo caso termino siendo el mas rico en contenido, por haber sido entre nosotros demasiado similares como ultimo detonante, precedido por un malentendido, seguido de una reaccion de complejo de tortuga, y por mi parte, absoluta indiferencia, y un proceder invariable, de segunda regla, sin cambios. Un suicidio.
   Actualmente me encuentro en otro embrollo vergonzoso, quizas, como afirman las feministas, porque todos los hombres acarrean indirectamente la herencia heteropatriarcal. Veo como largarme por fin de la ciudad por un tiempo (un respiro necesario ciertamente) acarrearia un pensamiento bastante nefasto conjuntamente con el desagrado que conlleva la idea del celo, un cambio de primer regla sin adornos orgullosamente dejada de lado antes de mis veinte ingenuos años. ¿Pero cual es el motivo por el que surge tal imbecilidad ahora? Pudiendo alguna vez ejecutar la idea de la promiscuidad por la promiscuidad, en realidad me parece molesto realizarlo con tantos preambulos ad nauseam. No veo como algo calificable siquiera a que el resto lo haga, me interesa tanto como ver un pedazo de carne y voltearme a relamer mis labios: nada. Es por eso mismo que no tiene porque sobrevivir tal "sentimiento", puedo ver que exijo lo mismo que doy... aunque al no devolverse con tanta formalidad dicha pretension, retorna nuestra pequeña y rechazada amiga de siempre como es la ranciedad. Termine por concluir que soy monogamico porque me produce aburrimiento el presentarme ante nuevas personas.

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