lunes, 9 de julio de 2018

Nimiedades.

Estoy en la vispera de mi cumpleaños, lejos de donde naci y bastante lejano respecto de los que naci.
Haciendo una necro(retro)speccion, pude ver recien, ya que fue algo que se me presento delante mio hace unos minutos, que en terminos muy generales mi existencia puede dividirse en dos perfectas mitades por un hecho tan casual como causal.

En plena flor de la adolescencia, siempre con mi muy tipica gula insaciable a lo que de musica se refiere, pude dar con algo que jamas se me hubiese ocurrido toparme bajo otras circunstancias.
A la inocente edad de trece años me encontraba insatisfecho en extremo: me sentia incomodo con las personas de mi alrededor, incluso no entendia esto mismo, teniendo en cuenta que al mismo tiempo que pretendia sacar esa piedra de la bota queriendo conocer sujetos mas afines, hundia en canto rodado mi otro pie, justamente, rodeandome de personas completamente imbeciles.
Este hecho termino de consolidar ese sano estado de retraccion que todavia sigue persistiendo. Varias veces me lo han hecho saber allegados mios con frases como ese dia en el mas hilarante comentario fue "tu ostracismo no es sano".
Mal que bien, este estado general de animo termino dando por resultado un cocktail con ansiedad, curiosidad y principalmente una falta de compartir con gentes aquello que estaba encontrando. Eso que encontre fue el concepto de crudeza, de fuerza, de embate, aplicado en el sonido. No profundizare en la cuestion de como cala el sonido en el cerebro ya que cualquier persona sensible al arte sabe de que estoy hablando.
En terminos generales, siempre que encontraba cosas nuevas, bajo ningun punto de vista (esto debe ser consecuencia de acarrear miopia desde niño) me intereso juzgarlas en un primer momento. La pregunta de siempre se acerca igual que cuando dilucidaba cosas de chico: ¿y por que esto es asi?.

Descartando cuestiones que no tienen sentido elaborar ahora, pero que las se, el black metal fue algo que me cuadro perfecto a esa edad, con esa predisposicion general y bajo esa ineludible incomodidad.
Hoy, ya con el doble de edad, hallo en ello gran cantidad de valoraciones cardinales que aun hoy sostengo. Es sabido aun hoy que quien oye tal ruido inaudito para otros, debe ser capaz de poder generarlos el mismo con el fin de no caer en lo rutinario. Diga lo que se diga, ese "genero", pese a los cliches, cuando se encuentra bien formado, solamente ofrece sorpresas. Cuando esta bien direccionado termina produciendo extasis. La constante sensacion de no saber que es lo proximo que viene ni como esta pensado es un fenomeno corriente al oirlo. Lo mismo termina sucediendo con quien canta y como lo hace.
El mensaje es claro: es libre, autosuficiente, apostata, inaudible e incomodo. Tiene tal variedad de interpretaciones que, por mas factores comunes a nivel estetico que encontremos, no es lo mismo para dos personas distintas. Las lecturas que se puedan hacer sobre tal o cual proyecto solo terminan arrojando el hecho de que es un fenomeno individual y subjeto en grado unico. Cada uno suena y oye a si mismo, relatan lo intimo que yace en su mirada. Trae consigo esa necesidad de tener amplitud de rango visual para permitir, con nuestra sincera y suficiente atencion, dar forma a lo que tenemos latente, del modo que mas nos plazca y nos convenza.

Paradojicamente es analogo al punk. Entiendase esto en la mas estricta regla general. Salvo que prescinde del posicionamiento de victima que se encuentra ahi. La politica como se entiende hoy no es compatible aca mas que haciendo nexo con aquellos que revaloraron el lugar de donde vinieron e hicieron de ello su arte. Por eso hay nazis en el movimiento.
Si tomamos al punk como punto de partida, vemos, en cambio, que el black metal evoca todo lo contrario. La necesidad de vencer (no de ser aceptado), la doma del cerbero (no la muerte de este), que por mas imposible que sea, nunca deja de presentarse como un desafio digno de probar suerte.

Oir esto fue el desencadenante de mi interes por tocar instrumentos. La necesidad de plasmar lo que ocurre dentro mio bajo un paradigma como tal, como dije antes, resulta un desafio interesante. Entender la voluntad de uno como directora y generadora total. A los trece años experiencie a la perfeccion el concepto de "do it yourself" y sigo haciendolo aun hoy, por la falta total de gente con interes real en crear bajo esos patrones, por tener cosquilleos en los timpanos.

Lo mismo, en otros terminos, me sucedio con mi trabajo.