domingo, 12 de febrero de 2017

Una cuestion de habito.

debo acostumbrarme a la idea de que realmente no es necesario el famosisimo estado alfa para poder llevar a cabo algo
¿es un requisito que busco para desenvolverme en lo que busco?
ciertamente, no.

hay habitos que se adquieren de diversas maneras:
gustos adquiridos; placeres varios; vulgaridad; individualidad; impactar; preferencias
(una redundancia es decir esto ultimo, si ya hablamos de individualidad)

someterse a situaciones masoquistas para visualizar el coraje
caer en la idea plebeya de la canalizacion
es someterme a lo autoinflingido y gritarme "lo deseo y lo considero imperioso para abrirme.
soy una herida siempre abierta, regenerarme es un fenomeno patologico"

¿que sucede?
la servidumbre del estado de confort se satisface, usualmente, de modo puntual
simple vulgaridad punzante.
una cuchillada, al dolor no calla
pero enmudece temporariamente, a base de pequeños puntos quirurjicos
el "bien querido" estado de calma, ataraxia, es otra forma de nihilismo.

la inhibicion se consigue con migajas y los mares se ven mas tranquilos antes de los maremotos
uniformidad que se conforma de idioteces: otro concepto nefasto sostenido por la plebe es
vivir el hoy.

los dias de lluvia solo prolongan esta calma, aunque a mi me sucede algo contrario
lo inhabitual del sonido ensordecedor del agua cayendo cala recuerdos de ese confort inutil
el gusto por el frio que penetra los huesos es otro sintoma.
sucede de modo distinto. el dolor no viene de mi hasta que soy consciente del gusto... un tanto adquirido.
asi lo veo con mis amigos que prefieren los dias templados con sol. asqueroso.
con el frio, la actividad requiere mas voluntad, tambien de poder.
el calor solo fomenta el crecimiento de formas de vida indeseadas, como tambien actividades despreciables.

calmar la inspiracion termina siendo algo como un acto ad nauseam,
nos paramos para sentarnos, movemos cosas e ideas y nos conformamos con ese sabor,
demasiado aparente, demasiado conformista.
y rutinariamente lo imponemos diciendonos: "me siento bien"

ni los estados de mayor goce nos terminan por mover de la quietud
salvo, los estados "extremos" de inflexion. esto es lo que hay que cambiar.
cuando el ocaso nos hunde, pensamos que es asi... siendo mas bien, al reves
unicamente en ese instante la idea de regenerar nos parece lo necesariamente sensual

¿para que?
solo vamos a volver a la sala de hospital, a que nos cosan
y luego, eterno retorno: nos arrancamos los puntos.

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