sábado, 7 de junio de 2014

El roedor

Un ser despreciable
debil, vulnerable.
Vive en sus propios desechos
desolado, sin fuerzas.

Se mueve en la penumbra
su languidez ya no es natural,
se devora a si mismo
consumiendose por su odio y dolor.

Su condicion es detestable,
animalidad sin sentimientos.
Espasmos y pulsiones le quedan
desenfreno sexual, un hambre insaciable.

Su muerte lo motiva, desea desvanecerse
degradarse con su tierra, en su propia mugre,
undirse en su ocaso...
sintiendo lastima por haber existido.

Venera el sufrimiento
desesperado, solo puede ocultarse.
La luz lo flagela,
su conciencia lo enloquece,
el calor lo putrefacta.
Su esencia por siempre sera profana.

El roedor, un adorador de la luna
ya solo sabe pocas cosas.
Sin esperanza en si mismo,
solo el frio y su oscuridad seran sus testigos.

Jura nunca volver a renacer,
en silencio.




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