miércoles, 27 de marzo de 2013

03:13

Pero a veces uno cae en la realidad de los hechos:

Uno es abandonado, ignorado, denigrado, incomprendido, simplemente  una carga demasiado tediosa e inservible para el otro.Las esperanzas se queman y los proyectos se vuelven cenizas.

Entonces uno cae, por un abismo, similar a una chimenea industrial, tan angosto y sucio, que las paredes raspan,  lastiman. Y asi como el fuego lo quema todo y las cenizas lo ciegan, uno se pierde, no tanto en el otro, sino en uno (en lo que espera de si) mismo con la excusa de que otro lo valore.

Pero nadie valora. Todos te usan, te engañan, te escupen .. 

A lo que va que, estar con alguien y esmerarse es denigrante. La constante humillacion por parte del amante llega a ser tanta, que incluso "amar" se puede transformar en "odiar", y asi como se odia se obsesiona, y deja de ser como  en los primeros tiempos que todo es felicidad, en los cuales las preguntas tienen respuesta. 

En la obsesion nada tiene respuesta, nada es definido. Ya no. Nos tentamos por una falsedad emocional residual de lo que fue algun momento, pero ya no con ese aire (ademas de nostalgico) alegre. Cambia, de alegre a demandante.

Y asi como el fuego quema y las cenizas ciegan, el ambiente tampoco es propicio para uno  ..
y solo queda:

Perdida, soledad, distancia, melancolia.








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